EL GUIÓN CINEMATOGRÁFICO DENTRO DE LA NOVELA CONTEMPORÁNEA


Por Alejandro Lorenzo

Si los organizadores de la casa editorial Santillana en la recién pasada Feria Internacional del Libro de Miami se les hubiera ocurrido advertir al público asistente al evento que el escritor chileno José Ignacio Valenzuela era el guionista de la popular telenovela La casa de al lado, y que se encontraba en su stand firmado sus libros, con toda seguridad numeroso público hubiera adquirido su recién novela La Mujer Infinita.
Para hacer una sinopsis sobre esta novela, se diría que parte de tres niveles narrativos que se entrecruzan.
En primer nivel aborda al personaje Pablo Cárdenas, un guionista de cine al que Hollywood le presenta un nuevo proyecto: escribir para que se filme una película en torno a Tina Modotti, la fotógrafa italiana de más relevancia del siglo XX.
Inicialmente, Pablo esta renuente a realizar dicho proyecto, porque atraviesa una crisis existencial y de creatividad. Luego de muchas indecisiones y debates con él mismo y con Tom, su pareja, decide ir a ciudad México y se anima hasta enloquecer, a investigar y escribir el periodo en que la famosa Modotti vive en México y mantiene un idilio con Julio Antonio Mella, líder comunista cubano exilado en ese país y asesinado en esa ciudad la noche del 10 de enero de 1929.
Cubre el segundo nivel el personaje de Tina Modotti, y la relación Mella-Modotti.
El tercer nivel trata del personaje de Eva O Ryan, una caricaturización de una actriz del cine estadunidense, que viaja también a México para dar vida a la Tina Modotti que Pablo Cárdenas ha creado para el films.
En entrevista exclusiva para EL Nuevo Herald, Valenzuela nos comenta sobre La mujer Infinita y de su quehacer como escritor y guionista.



ENH- ¿Qué comenzó primero a escribir literatura o guion? ¿Te gustaría ser director de Cine?
JIV- Mi primera vocación fue escribir narrativa, estudié Literatura y Estética en la Universidad Católica de Chile, el proceso ha sido a la inversa, de la literatura pase al guion y al mismo tiempo he incursionado en el teatro, y ahora con esta novela creo que he combinado en un cuerpo literario diferentes géneros.
He hecho 7 películas siempre como guionista, para citar tres en un mismo año están: Manuela y Manuel, todas esperan por él, La sangre Iluminada y Miente. Verdaderamente no me hallo como director de cine, me gusta encerrarme en mi casa y ponerme a escribir sin que nadie me moleste, disfruto la intimidad junto a los personajes de ficción que creo y me rodean.
NH-¿Por qué en los guiones para la televisión o el cine donde te has destacado, así como en la narrativa la figura femenina juega un papel principal?
JIV-Estoy enamorado del personaje femenino, siempre parto de la mujer como material para la creación, me parece sumamente atractivo, porque los hombres son un tanto aburridos, decimos lo que pensamos, sentimos como nos comportamos, vemos los colores primarios, sin embargo, la mujer es contradictoria, dice que si, cuando realmente debería que decir que no, y dice que no, cuando debería decir que sí, la mujer posee infinidad de aristas, son cajitas de sorpresa que no se acaban nunca, pueden incluso ser amigas de sus peores enemigas o ser enemigas de su mejor amiga, además ven setenta mil colores…
NH- Se observa en esta novela una serie de elementos que recuerda algo de la estructura narrativa del fallecido escritor argentino Manuel Puig. ¿Te identificas con este autor?
JIV-Yo leí a Manuel Puig en mi etapa universitaria, y lo que me gusta de este escritor es la utilización de una mezcla de géneros insertados dentro de la novela. Él inauguró lo que se llamó literatura de primera mano, donde incorporaba recortes de revistas, anuncios clasificados, inventario de productos etc. Era una manera novedosa de hacer literatura y eso me sedujo mucho.
Particularmente no me gusta hacer literaria de forma convencional. En mi novela La Mujer Infinita, Pablo, el protagonista central es un guionista de cine y a mí me interesó que el lector conociera el trabajo que estaba realizando, por eso decidí introducir el guión de la película sobre Tina Modotti que él está escribiendo, y que el lector luego de terminar de leer la novela hubiera leído también el guion de una película y cuando llegara el fin, tuvieran evocaciones cinematográficas. Posiblemente en ese propósito exista cierta analogía con la obra de Manuel Puig.
ENH- Se aprecia en muchos pasajes de La Mujer Infinita algunos elementos triviales de la clásica novela rosa, pero también emergen imágenes de gran vuelo poético. ¿En tu carrera como escritor has incursionado en la poesía?
JIV- Mi abuela que fue una gran poeta me decía que había mucho mal poeta dando vuelta por ahí y a mi siempre me dio pánico ser uno de esos, por lo tanto no me atreví escribir poesía, ahora bien, soy un gran lector de poesía, disfruto muchísimo leyendo poesía. Lo que ocurre con La Mujer Infinita es que a la hora de escribirla hubo una exploración personal muy reflexiva, tanto desde lo estructura, como en el lenguaje, y especialmente a la hora de plasmar esa relación tan intima entre Mella, un cubano y una figura tan cautivante como fue Tina Modotti, en las condiciones exenciónales de esa época en México, donde ese encuentro y ese romances entre esos dos seres, cobra relevancia.
ENH- ¿Tienes algún nuevo proyecto literario además de La Mujer Infinita?
JIV- En estos momentos estoy presentando en Latinoamérica la parte primera de la trilogía novelada Hacia el fin del mundo, la historia de un pueblo llamado Almahue que queda al fin del mundo donde una mujer, (de nuevo la mujer), que dicen era bruja, maldijo y hechizó a todo ese pueblo y lo condenó al Malamor... y el Malamor significa no poder amar. Es una novela de misterio, de intrigas, de pasiones de suspenso.
Esta primera parte la presentaré en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
NH-En la teleserie La casa de al lado, da la impresión que se mueven muchos personajes y el que no la sigue cada noche puede extraviarse.¿Qué piensas al respecto?
JIV- La casa de al lado es la versión que hice para Telemundo del films La familia de al lado. Sin embargo son 14 personajes, menos de 25 que es el máximo de lo que requiere una telenovela. Lo que pasa es que esos 14 personajes, cada uno son muy complejos, parecen varios, y debo confesar que cada ves que escribo un nuevo capitulo me deja agotado, aunque tengo la satisfacción y al mismo tiempo me sorprende de que la serie tenga una enorme audiencia en más de 20 países

NH-Vives en Miami desde algún tiempo ¿que te parece esta ciudad?
Con Miami tengo un largo coqueteo. He vivido en diferentes épocas, desde el 2000, y por diferentes razones de trabajo en los medios, decidí establecerme permanentemente, me convenía por la cercanía con México con Chile y Europa. Es una ciudad que me queda muy céntrica. En Miami están pasando muchas cosas interesantes que antes no sucedían, es hoy muy multiétnica y confluyen muchas culturas de Latinoamérica, por eso el escenario donde se rueda La casa de al lado es esta modernísima y bella ciudad.

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